Quisiera aclarar que mi artículo es más bien una lluvia de ideas sobre movilidad que se complementan unas a otras. O que, mejor dicho, es precisamente una unión de conceptos sobre lo que abarca el tema. Comencemos con plantear la relación que existe a partir de la siguiente cita: “la forma en que las ciudades se desarrollan y aprovechan sus vacíos e infraestructuras, es la forma en que la ciudadanía se mueve en el territorio”. (1) La forma expansiva horizontal como ocurre en la ciudad de Mérida, evidentemente produce problemas en la movilidad, que traen como consecuencia molestias cotidianas y masivas.
A eso habría que sumarle la parte ambiental: pues el modo desordenado en el que crecen las ciudades trae consigo graves riesgos para la sustentabilidad debido a los movimientos origen-destino, que resultan de ciudades desconectadas y desarticuladas, y no compactas. Las distancias son más largas, la generación de CO2 es mayor, entre otras consecuencias. Hay que sumarle, además, el despoblamiento del Centro Histórico de Mérida (a pesar de contar con la de mayor infraestructura urbana), y añadir también el crecimiento expansivo a las afueras del periférico (zonas periurbanas). Este proceso de concentración de la población en las áreas externas de la ciudad ha provocado cambios importantes en los patrones de viaje.
(Imagen: SIPSE)
Al hablar de movilidad, de manera errónea, la mayoría de nosotros piensa casi exclusivamente en transporte colectivo. La movilidad es mucho más que eso. La movilidad incluye a personas y bienes. Pero el discurso se ha restringido a motorizada y no motorizada. Sin embargo, podríamos hablar también de ecomovilidad, de logística urbana (incluye todo el tema de mercancías), incluso de movilidad diversificada; o hablar del movimiento “carsharing” o de compartir vehículo. Por ejemplo, en México hay un grupo importante que ha llevado este concepto, específicamente para viajes compartidos en carretera, y se llama BlaBlaCar.
Si hablamos de modos de transporte, debemos mencionar los de alta capacidad como son el metro, los autobuses articulados, los trolebuses, entre otros. Podríamos igualmente referirnos a demandas de viaje, de distorsiones, de insuficiencias, de desarticulaciones, desintegraciones, de ineficiencias, tiempos perdidos en transporte, saturación de vialidades, etc.
Otro concepto muy interesante y actual es hablar sobre movilidad forzada y movilidad no forzada. La forzada es la que se realiza a diario (a la escuela, al trabajo). La no forzada es la eventual o menos frecuente (a una plaza comercial, a alguna actividad recreativa, o alguna visita). El gobierno puede proponer estrategias para la movilidad forzada y conseguir bajar los niveles de generación de CO2 sin tener que recurrir a “lo motorizado y lo no motorizado”. Por ejemplo, está lo que hizo HSBC en la Ciudad de México. Hubo una reubicación de empleados del banco: ahora todos los trabajadores van a realizar sus funciones a la sucursal bancaria más cercana a su casa. En consecuencia, muchos comenzaron a ir en bicicleta o caminando al trabajo y de regreso a su vivienda. Este tipo de acciones son las que agradece el planeta en tiempos tan graves de contaminación ambiental.
Podríamos hablar a su vez, de que en México existen 32 ciudades con más de 500 mil habitantes, y sólo 7 de éstas cuentan con un sistema de transporte público masivo. (2) El resto de las ciudades siguen privilegiando al automóvil particular. Este modelo de “ciudades modernas” centrado en el tránsito de vehículos particulares es altamente excluyente y antidemocrático.
¿Cuándo comenzaremos a considerar tener un modelo de ciudad humana, es decir: incluyente, equitativo, seguro, sustentable y productivo?… Finalizo esta lluvia de ideas, donde posiblemente cada concepto planteado pueda ser motivo de un artículo diferente, con una frase de Samir Awad, ingeniero en Movilidad; y termino confesando que no tengo nada en contra del automóvil, coincidiendo precisamente con lo que Awad expresa: “el problema del uso del coche no es el uso, sino el abuso”.
*Portada: El Financiero
(1) Café ciudad # (2) 176
(2) Transporte público de pasajeros que cuenta con corredores
con alta demanda, cuya circulación se hace por carriles exclusivos y accesos especiales de pasajeros.
Leticia Torres Mesías Estrada
Arquitecta por la Universidad Autónoma de Yucatán. Maestra en Administración Pública por la Universidad del Valle de México.
Es especialista en Planeación Estratégica Urbana y en Ciudades Seguras por el Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico Urbano de Barcelona (CIDEU). Docente en la escuela de Arquitectura de la Universidad Modelo y Productora del programa del podcast de radio «Habitar y +».
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