La avalancha humana en el centro de Mérida

¿De dónde sale tanta gente en Mérida? Esta pregunta nos la hacemos diariamente cuando transitamos por el centro de Mérida y nos hemos «ahogado en el mar de personas» que inunda sus aceras y provocan que, tanto caminar, como conducir por ahí sea un peligro. El cuestionamiento tiene mucho sentido si se toma en cuenta que en estas épocas decembrinas, los grandes centros comerciales dispersos por toda la ciudad también lucen abarrotados. Así, quienes viven en el norte, en el oriente y el poniente tienen a su alcance malls para hacer sus compras de temporada. Únicamente la población del sur de Mérida no cuenta con un gran centro comercial que les evite la vuelta al centro. Entonces, ¿será que todo ese hormigueo de personas en la Segunda Calle Nueva, el Pasaje Emilio Seijo, el Parque Eulogio Rosado, la «calle de las piñatas», etc., sean los vecinos sureños que llegan a comprar.

No del todo, pues aunque como se menciona líneas arriba, las plazas del norte, oriente y poniente están abarrotadas al igual que el centro, prevalece una tendencia de usos y costumbres arraigada entre los yucatecos que motiva a los ciudadanos de cualquier zona de Mérida y del interior del Estado a moverse hasta el primer cuadro de la ciudad en busca de los mejores precios. «Hay más tiendas», «está más barato», «encuentras lo mismo que en otros lados te venden más caro», «hay más opciones para comparar», son algunas de las justificaciones que pueden escucharse de quienes siguen visitando el centro de la capital yucateca. Y esto es algo que se repite en otras épocas «fuertes» de compra, entre ellas el regreso a clases.

No puede dejarse de considerar la gran cantidad de personas que llegan del interior del Estado. No se trata de los que día a día viajan para trabajar en Mérida, sino de quienes especialmente acuden a comprar motivados por encontrar las últimas tendencias de moda, ofertas de mayoreo para revender en sus localidades o simplemente para llevarse más por menos.

Este flujo desde los municipios provoca que también el tránsito de las «vans» y autobuses foráneos se incremente, especialmente en fin de semana. Agregando mayor número de vehículos al de por sí lento flujo en las arterias viales de la zona anteriormente mencionada .

Este fin de semana y el siguiente son en los que más llegada de compradores se espera; ya la Policía Municipal de Mérida había adelantado que estimaba la avalancha de más de 450 mil personas en ambos casos. Lo cual no es más que una muestra y hecho que refuerza lo dicho por especialistas: la capital de Yucatán es una ciudad central, una urbe en la que prevalece esa tendencia a centralizar los servicios. Su casi millón de habitantes todavía debe trasladarse al centro para satisfacer la mayor cantidad de necesidades; algo que también ocurre a nivel estatal, pues en los municipios prevalece la poca oferta de productos y otras amenidades para la vida diaria.