El Covid-19, como sabemos, esta transformado al mundo en su forma de vivir, de convivir y, por supuesto, en sus efectos sociales y económicos. Sin embargo, esto va a afectar de manera diferente a cada país y región, y nuestra entidad en el sureste de México no es la excepción.
El sector inmobiliario de Yucatán había tenido un crecimiento importante, sobre todo en el sector de vivienda media-residencial y residencial; así como comercial y de oficinas. Ahora, estos sectores se están viendo afectados por la contingencia en su relación oferta y demanda.
En la oferta, la afectación deriva de las medidas de cierre del sector construcción, al no ser considerado en México como actividad esencial, a diferencia de otras partes del mundo como Estados Unidos y Europa, en donde sí fueron consideradas debido al impacto económico que tiene en miles de familias. La demanda de vivienda, por otro lado, se ve impactada por la afectación en los empleos y salarios a nivel local, pero también a nivel nacional, puesto que mucha de la vivienda residencial estaba siendo adquirida por personas de otros estados y hasta de otros países.
¿Qué tanto impactará en la etapa post covid-19?, esto dependerá mucho de las medidas que se tomen próximamente, en la búsqueda de conseguir mantener la mayor parte de las empresas y comercios. De estas medidas dependerá mucho el clima social y la tranquilidad de las familias, una vez superado el tema salud. Yucatán es uno de los estados más atractivos de México en los últimos años y esto sigue jugando a su favor. Mantener este ánimo, generar programas de inversión, retomar el turismo –que es una de las mayores fuentes de ingresos, pero también de las más afectadas–, son factores clave para aminorar la etapa de recuperación, que será difícil.
Una vez levantadas las restricciones, gran parte de los proyectos que estaban en marcha continuarán. Sin embargo, un porcentaje se mantendrá cerrado después de los análisis de viabilidad, ante el nuevo escenario económico. Esto se mantendrá así al menos durante el año 2020 y parte del 2021. Nuestra cercanía con la Riviera Maya también impactará en el empleo, puesto que mucha de la mano de obra del vecino estado es procedente de Yucatán. Este efecto será el que primero se deberá atender, dado que impactará también a empresas proveedoras. Todo este conjunto influirá en el panorama social y económico de nuestra región. Serán importantes los programas de infraestructura que se establezcan para subsanar estos impactos y, con esto, mejorar el entorno y la calidad de vida, así como el ordenamiento urbano.
Este tiempo debe servirnos para reflexionar y concientizarnos sobre el Estado y la ciudad que queremos. Con el poco tránsito que existe en estos días, cuando salimos por alguna necesidad recordamos a la Mérida que fue hace algunos años y que ya no es una realidad. Observando vemos lo que nos falta, sobre todo en materia de espacios públicos. Cada vez somos más y las áreas verdes se vuelven esenciales para una mejor convivencia. Zonas peatonales, parques, áreas verdes, aceras en ciertas zonas como el centro y lugares concurridos, nos hacen pensar en peatonalizar lugares como lo han hecho las ciudades más pobladas en el mundo y que se vuelven cada vez más necesarias.
“Este tiempo debe servirnos para reflexionar y concientizarnos sobre el Estado y la ciudad que queremos».
Aprovechemos estos tiempos para regresar, con nuevas ideas, que sean en beneficio y por la salud de nuestra ciudad.
En el tema social, será importante trabajar en equipo como lo hemos hecho siempre los yucatecos en la historia de nuestra hermana república. Mérida es ahora una ciudad más grande, con cada vez más gente que ha llegado de fuera y se ha sumado a nuestra idiosincrasia. Es importante que todos, juntos, salgamos a sumar, pues hay sectores desprotegidos que viven al día y que son quienes se llevan siempre la peor parte.
La reactivación económica es vital. Es importante implementar los cuidados adecuados para que se sienta ese apoyo solidario que necesitamos dar y así ir, poco a poco, normalizando la situación. Debemos evitar ciertos enconos, que en otras zonas han surgido, y actuar unidos para mejorar las condiciones de todos.
Un maestro siempre nos decía: en la casa se duerme, se come y se va al baño, pero la vida es afuera, en el entorno y con los vecinos. Hoy, por este momento, la vida es adentro. Que nos sirva para reflexionar cómo queremos mejorar nuestro futuro, aprendiendo de esta lección que se nos presentó y que ha modificado nuestra forma de vida.
Carlos Guillermo Medina Rodríguez
Ingeniero civil por la UADY. Maestro en Admón. de la Construcción por el ICYC Yucatán. Vicepresidente de Vivienda de la CONCANACO.
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