LA FALTA DE PREOCUPACIÓN POR EL AGUA EN MÉRIDA
EL COSTO DEL AGUA POTABLE
Mérida, con sus aproximadamente 920,000 habitantes, depende exclusivamente del agua subterránea. Es decir, la ciudad cuenta con una sola fuente de abastecimiento. Este recurso se extrae del subsuelo a través de una red de 219 pozos, que aportan aproximadamente 5000 lts/seg. Se considera que el consumo de agua en la ciudad es de 200 lts/persona/día (Ortiz, 2019).
VULNERABILIDAD Y ALTOS GRADOS DE CONTAMINACIÓN DEL AGUA
El subsuelo en el territorio que abarca el municipio de Mérida, y de donde se extrae el agua, puede definirse como un acuífero kárstico costero (Rocha, y otros, 2015). Este tipo de relieve está formado por procesos de intemperismo en rocas que están compuestas por minerales solubles en el agua. En nuestro caso, ante la ausencia de corrientes de agua superficiales, las aguas subterráneas van disolviendo la roca y creando galerías y cuevas. En otras palabras, el subsuelo, aunque rocoso, es altamente permeable, y podemos imaginarlo como una gran esponja rígida.
El principal problema de un subsuelo con estas características es que es altamente vulnerable a la contaminación, tanto la producida por los seres humanos como por la propia naturaleza, a través de la intrusión de agua salina, cuando existe sobreexplotación. Y sobre la primera, existen factores que la favorecen.
En Mérida, son pocas las áreas urbanas que cuentan con un sistema de alcantarillado y tratamiento de aguas negras, por lo que la mayor parte de éstas últimas se vierten al subsuelo de formas muy variadas –es generalizado el uso de fosas sépticas anaerobias y pozos de absorción– en ocasiones sin un mínimo tratamiento previo –se estima que sólo un 7% de las aguas residuales reciben tratamiento. El nivel de aguas freáticas se encuentra a poca profundidad y esta accesibilidad ha contribuido también a su vulnerabilidad. Prácticas asociadas a situaciones de pobreza y marginación, como el fecalismo al aire libre, aún se encuentran presentes.
Por otra parte, está la contaminación derivada de los usos agrícolas, pecuarios e industriales. Los agroquímicos, muchos de ellos cancerígenos; antibióticos, que llegan al acuífero a través de la orina y las heces fecales y que terminan alimentando a las bacterias presentes, generando resistencia. Todo tipo de líquidos para usos industriales como aceites, grasas, líquidos hidráulicos, componentes electrónicos (basura tecnológica), y una extensa lista de otros contaminantes. Muy recientemente, el Dr. Salvador Castell González, coordinador estatal de la Red por el Futuro Yucatán, afirmó que hay estudios en los que se ha detectado la presencia de arsénico y del virus de la hepatitis A en muestras de agua subterránea (Medina, 2022).
INCONSISTENCIAS EN EL MARCO LEGAL RELACIONADO CON EL AGUA
A todo lo anterior, podemos agregar la existencia de algunas inconsistencias y falta de correspondencia entre los documentos que integran el marco legal para la protección del agua subterránea, como lo han acreditado algunos investigadores (Febles-Patrón & Hoogesteijn, 2008).
Durante muchos años, investigadores de instituciones como la Facultad de Ingeniería de la UADY, el Centro de Investigaciones Regionales Dr. Hideyo Noguchi, el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), la Universidad Nacional Autónoma de México, entre muchas otras, han registrado y documentado todo lo expuesto anteriormente. Incluso, hace algunos años, se estableció la necesidad de delimitar un área de protección hidrogeológica para el campo de pozos de la planta Mérida I, donde el uso del suelo es principalmente agrícola y pecuario (Pacheco, Calderón, & Cabrera, 2004).
La situación y el riesgo es claro. Este es un proceso que no se va a detener y que seguirá mientras los gobiernos no inviertan en la infraestructura necesaria para el saneamiento de las aguas residuales, ni existan políticas públicas enfocadas en mitigar estos procesos de contaminación. Estimaciones conservadoras prevén una condición de estrés hídrico alto para el 2030 –con una población estimada de 1,040,000 habitantes según el Consejo Estatal de Población (2022)– y extremadamente alto para 2040. El estrés hídrico implica que se usa más agua de la que puede ser repuesta de manera natural al acuífero.
Ante este panorama desalentador –basta con leer o escuchar las noticias actuales sobre la crisis hídrica que se padece en muchas zonas del país–, es pertinente preguntarnos qué es lo que podemos hacer dentro de nuestras posibilidades y contextos.
Plantearemos algunas ideas en la segunda parte de este análisis.
En Mérida, son pocas las áreas urbanas que cuentan con un sistema de alcantarillado y tratamiento de aguas negras, por lo que la mayor parte de éstas últimas se vierten al subsuelo, se estima que sólo un 7% de las aguas residuales reciben tratamiento.
Referencias
· Ayuntamiento de Mérida. (6 de junio de 2022). Cultura del agua. Obtenido de http://www.merida.gob.mx/sustentable/cultura-agua.phpx
· Cerón, J., Lara, J., & Damas, J. d. (2018). El aljibe de la escuela Vicente María Velázquez, espacio subterráneo en la ciudad de Mérida, Yucatán, México. Registro y proyecto de intervención. Intervención, 65-79.
· COESPO (Consejo Estatal de Población). (6 de Junio de 2022). Consejo Estatal de Población. Obtenido de https://coespo.yucatan.gob.mx/si.php?s=proyecciones_de_poblacion
· Estrada, H., Cobos, V., Acosta, J. L., & Peña, S. (2016). La sequía de la península de Yucatán. Tecnología y Ciencias del Agua, 151-165.
· Febles-Patrón, J. L., & Hoogesteijn, A. (2008). Análisis del marco legal para la protección del agua subterránea en Mérida, Yucatán. Ingeniería, 71-79.
· INEGI. (6 de junio de 2022). Información por entidad. Obtenido de https://www.cuentame.inegi.org.mx/monografias/informacion/yuc/territorio/clima.aspx?tema=me&e=31
· Instituto Municipal de Planeación de Mérida. (6 de junio de 2022). Instituto Municipal de Planeación de Mérida. Obtenido de https://isla.merida.gob.mx/serviciosinternet/ordenamientoterritorial/docs/propuesta_SUDS.pdf
· JAPAY (junta de agua potable y alcantarillado de Yucatán). (6 de junio de 2022). JAPAY Junta de agua potable y alcantarillado de Yucatán. Obtenido de https://japay.yucatan.gob.mx/tarifas/tarifas.php
· Laboratorio Urbano de la Universidad Modelo. (9 de mayo de 2022). Facebook del laboratorio Urbano de la Universidad Modelo. Obtenido de https://www.facebook.com/lum.unimodelo
· Medina, C. S. (26 de julio de 2022). Crisis del agua en Yucatán: detectan arsénico y el virus de la hepatitis A. El diario de Yucatán.
· Ortiz, G. H. (30 de agosto de 2019). Agua contaminada en Yucatán, una realidad sin cambios. La Jornada Maya.
· Ortiz, G. H. (30 de agosto de 2019). Servicio de agua potable en Mérida, el más barato del mundo. La Jornada Maya.
· Pacheco, J., Calderón, L., & Cabrera, A. (2004). Delineación de la zona de protección hidrogeológica para el campo de pozos de la planta Mérida I, en la ciudad de Mérida, Yucatán, México. Ingeniería, 7-16.
· Rocha, H., Cardona, A., Graniel, E., Alfaro, C., Castro, J., Rude, T., . . . Haeise, L. (2015). Interfases de agua dulce y agua salobre en la región Mérida-Progreso, Yucatán. Tecnología y Ciencias del Agua, 89-112.
· Unidad de ecotecnologías de la UNAM. (6 de junio de 2022). Sistema de captación de agua de lluvia (SCALL). Obtenido de https://ecotec.unam.mx/ecoteca/colecta-de-agua-pluvial-como-medida-para-el-aprovechamiento-sustentable-de-la-energia