Yucatán es una región rica en cultura, vegetación, materiales que permiten tener una artesanía muy diversa, donde podemos encontrar bejuco, palma, henequén, madera tallada, madera torneada, piedra, semillas, cuerno de toro, joyería en filigrana, sábana de coco, concha y caracol. Estos son solo algunos de los materiales con los que los artesanos trabajan, utilizando diversas técnicas y procesos
Los artesanos en Yucatán
Las artesanías y los artesanos en Yucatán adolecen de problemas relacionados con la cultura de los distintos grupos sociales en general —población indígena, urbana, mestiza—, y permea a distintos sectores de la economía.
Una gran mayoría de los artesanos pertenecen a los sectores más pobres de la población, su desgastada economía no les permite contar con los recursos básicos para cubrir sus necesidades de producción.
En muchas ocasiones, los objetos artesanales que elaboran no son vendidos a precios justos. Esto es perjudicial, ya que la venta de sus productos son el motor económico que permite tener dinero circulante para satisfacer necesidades básicas en las comunidades.
Los desafíos de la artesanía yucateca
Hoy en día, la artesanía yucateca enfrenta desafíos como la competencia de productos industriales e importados, la falta de valorización de sus productos, las dificultades para acceder a mercados, la falta de interés de las nuevas generaciones para aprender las técnicas, la influencia de la globalización, el desconocimiento del valor cultural y patrimonial de varios sectores de la población, y las dificultades para adaptarse a las nuevas necesidades de hoy en día, con prácticas responsables, sustentables y sostenibles que les permitan tener materias primas.
Áreas de oportunidad
Por otro lado, los artesanos también tienen oportunidades prometedoras, destacando la colaboración entre artesanos y diseñadores como un camino de crecimiento exponencial. Esta alianza ha encontrado un nicho en el área del interiorismo, impulsada por el auge del mercado inmobiliario en la Península de Yucatán. La incorporación de materiales y técnicas artesanales en el diseño y desarrollo de productos innovadores responde a las demandas actuales de este sector.
Este enfoque es fruto del trabajo conjunto entre la academia y el sector artesanal, que busca formar diseñadores de producto capacitados para colaborar efectivamente con artesanos. A través de esta vinculación, se fomenta el conocimiento de los materiales y técnicas artesanales tradicionales de la región, así como la maestría de los artesanos en la transformación de estos materiales en productos de gran calidad.
Colaboración entre artesanos y diseñadores: creatividad, innovación y competitividad para el sector
La profesionalización del trabajo colaborativo entre artesanos y diseñadores emerge como una plataforma sólida para el desarrollo del presente y el futuro, potenciando la creatividad, innovación y competitividad en el mercado.
Si hablamos del comercio global, se debe mencionar el conflicto que ha traído la difusión de otras culturas gracias a los medios masivos, que ha dado lugar a que se copien elementos de diseño ajenos a las comunidades originales y, a su vez, a una explotación cultural y competencia desleal.
Actualmente, no existe un mecanismo que evite, restituya y acompañe el registro de las técnicas y diseños artesanales tradicionales o contemporáneas. Sólo se registran aquellas donde se puede identificar su autoría y su aplicación cómo innovación, las demás son consideradas expresiones de una comunidad o de un grupo específico, y por lo tanto no se pueden registrar.
La identidad cultural de diversas etnias es frecuentemente utilizada como «inspiración» en México y en todo el mundo, lo que plantea el riesgo de cruzar la delgada línea entre la inspiración y la apropiación cultural. En este contexto, el diseño artesanal profesionalizado tiene la oportunidad de desempeñar un papel activo en las transformaciones sociales, culturales, ambientales y económicas, especialmente a través del trabajo comunitario y el reconocimiento de la diversidad.
La actividad de la colaboración entre artesanos y diseñadores posibilitada por una cultura viva y en constante evolución, fomenta un trabajo en beneficio mutuo. Este enfoque genera propuestas innovadoras que transforman y evolucionan el producto artesanal, otorgándole el valor que merece.
Como resultado, los artesanos productores pueden obtener mejores niveles de vida, asegurando la sostenibilidad de su trabajo y la preservación de su patrimonio cultural.