En las últimas décadas, la industria de la autoayuda ha experimentado un auge sin precedentes, con una infinidad de títulos que prometen transformar la vida de la gente. A partir de guías prácticas para alcanzar el éxito personal o con recetas para lograr la paz interior, estos libros ofrecen soluciones aparentemente sencillas a problemas complejos, con una narrativa optimista y accesible que resulta especialmente seductora para una sociedad que valora lo pragmático con resultados instantáneos.
Sin embargo, esta promesa transformadora a menudo oculta una simplificación excesiva de la realidad; considerando que los desafíos humanos son diversos y difícilmente se resuelven con fórmulas universales pues, al enfocarse en soluciones rápidas, suele descuidar factores biológicos, sociales, culturales y económicos que influyen en el bienestar humano, incluso ser un estímulo que empeore sus condiciones. Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (2023) señala que “la depresión es el resultado de interacciones complejas entre factores sociales, psicológicos y biológicos” (p. 13). Hay personas que recurren a este tipo de lecturas, tras tener episodios reiterados de depresión, buscando una alternativa para su estado anímico, el cual, como se señaló, puede ser una combinación de diversos factores, difícilmente salvables con el cumplimiento de algunas “reglas efectivas” o la asunción de una actitud positiva.
Por otra parte, la carencia de una base científica sólida ha dado pie a críticas respecto de los contenidos de la autoayuda, si bien algunos autores se apoyan en investigaciones realizadas en el campo de la psicología y otras disciplinas, muchos otros recurren a conceptos vagos y generalizaciones que carecen de evidencia empírica. Las leyes mágicas, el pensamiento positivo, la numerología y otras nociones similares, a menudo presentadas como verdades absolutas, son difíciles de corroborar con un mínimo criterio científico.
La simplificación de conceptos psicológicos bajo el velo de la autoayuda, puede ser más perjudicial que benéfica, la obsesión por la felicidad en un mundo cada vez más vertiginoso y light, pueden llevar a una visión distorsionada del bienestar emocional, desacreditando el valor de emociones como la ira y la tristeza, cuya existencia es inherente al ser humano, sin considerar que una cierta dosis de pesimismo no parece venir mal de vez en cuando.
Por otra parte, la industria de la autoayuda se ha convertido en un negocio multimillonario. La promesa de una vida mejor genera un mercado lucrativo de libros, cursos y seminarios, donde coaches del desarrollo personal se han posicionado como celebridades. Esta comercialización de la felicidad ha llevado a la proliferación de productos y servicios que, en ocasiones, pueden parecer más interesados en generar ganancias que en ofrecer un verdadero beneficio a los lectores. Quien consume un libro de autoayuda, normalmente recurre a otro tras intentar seguir los pasos que éste le marca y fracasar, generando muchas veces el empeoramiento de los síntomas de algo que debiera ser tratado por un profesional de la salud.
Ciertamente, la autoayuda encaja bien en una cultura posmoderna desprovista del sentido de comunidad, que se asume en un individualismo propio de las sociedades del siglo XXI, que como impronta del neoliberalismo han exaltado la responsabilidad individual culpando al ser humano como el único responsable de su fracaso en la vida.
Sin embargo, intentando encontrar el “lado positivo” y a pesar de las críticas, algunos libros de autoayuda ofrecen herramientas prácticas y estrategias útiles para mejorar la vida cotidiana. La lectura de estos textos puede inspirar a las personas a reflexionar sobre sus valores, creencias, estilo de vida, así como a establecer metas y desarrollar habilidades importantes para su bienestar físico y emocional, o bien buscar apoyo profesional cuando sea necesario.
Los libros de autoayuda son un fenómeno complejo que refleja tanto las aspiraciones como las inseguridades de una sociedad mercantilizada hambrienta de una satisfacción inmediata. Si bien pueden ofrecer cierta inspiración y orientación, es prudente abordar este género con un amplio espíritu crítico. Al evaluar un libro de autoayuda, es fundamental analizar su solidez científica, la relevancia de sus consejos para cada situación particular y no perder de vista la posibilidad de que estén promoviendo una visión idealizada y poco realista del éxito y la felicidad.
Ante la singularidad humana, para lograr un cambio significativo, es necesario hacer un reconocimiento de la complejidad individual, combinar los conocimientos adquiridos a través de la lectura con la propia experiencia, el apoyo de profesionales de la salud y un alto sentido crítico respecto de la realidad y las expectativas personales.
Referencias
Organización Mundial de la Salud (2023) Depresión.
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/depression?gad_source=1&gclid=CjwKCAiArva5BhBiEi