Ciudades caminables: calles como espacio público del peatón

Caminar la ciudad es la forma más auténtica de habitarla: Mérida necesita más calles hechas para las personas.

Todos somos peatones. Vivir una ciudad y conectarse con ella requiere caminarla. Los colores, aromas, texturas y sonidos del entorno urbano sólo se pueden apreciar realmente cuando se va a pie; cuando verdaderamente vivimos la ciudad y no sólo la atravesamos. El turismo se hace caminando, precisamente, porque no se puede conocer una ciudad sin recorrerla.

En agosto se conmemora el Día Internacional del Peatón y MetrópoliMid no podía dejar pasar la oportunidad de reflexionar sobre la importancia que tiene, para nuestra ciudad y nuestra calidad de vida, el hacer de Mérida una ciudad que se puede caminar.

La gente y el entorno, más allá del automóvil

Como siempre aclaramos, no se trata de satanizar al automóvil, sino de reequilibrar a nivel urbano, la prioridad hacia las personas que en algún momento del día al bajar del auto, del transporte público, de la bici, o al caminar distancias cortas, somos peatones. Esto es una realidad que ha sido comprendida por cada vez más ciudades en el mundo, en las cuales se prioriza efectivamente al peatón por encima del automóvil y donde grandes autopistas son transformadas en espacios públicos peatonales, convirtiéndose en corredores para la gente en lugar de para los vehículos. 

En el mundo tenemos ejemplos muy conocidos, como la demolición de la autopista elevada de Cheonggyecheon en Seúl, para restaurar un arroyo peatonal y verde. O más recientemente en Noruega, donde entre el año 2020 y 2024 eliminaron 700 plazas de estacionamiento en el centro de la capital para crear zonas peatonales. En la Ciudad de México, se implementó, el año pasado, la iniciativa de Camina tu Zócalo. Peatonalización de la Plaza de la Constitución, que se suma a esfuerzos de años anteriores, como la Calle Madero (2010) y la Avenida 16 de septiembre (2014).

En Mérida, el propio IMPLAN reconoce los beneficios de la caminabilidad desde la perspectiva urbana, y nos precisa que “aproximadamente el 10% de los viajes diarios se realizan caminando” (PIMUS, 2024). De igual forma, en esta misma edición nos habla de proyectos puntuales a favor del peatón realizados en la ciudad, como es el caso de ANDA Mérida, el Corredor Turístico Gastronómico Calle 47 y el proyecto Corredores Verdes

La inseguridad y el deteriorado entorno urbano que hacen difícil caminar

Pero no todo son grandes obras transformadoras. En la mayoría de los casos, el verdadero reto está en combatir la inseguridad vial y en generar las condiciones de habitabilidad necesarias para que nuestras ciudades se puedan caminar. El miedo a ser atropellado, la dificultad de no contar con banquetas libres de obstáculos y bien iluminadas, la falta de protección ante el clima —ya sea calor intenso o inundaciones por la lluvia—, y una imagen urbana deteriorada y poco atractiva son las principales causas de que optemos por no caminar. 

Bicistema, en esta misma edición, lo aborda de manera muy clara, y nos deja una frase contundente: “Cuando nuestras niñas y niños vuelvan a salir a jugar a la calle sin mayor preocupación, habremos logrado algo verdaderamente transformador”. Este es un reto que nos involucra a todos. Desde la sociedad civil hasta el gobierno, construyamos ciudades para la gente. Hagamos de las calles verdaderos espacios públicos, pensados para quienes las caminan.

¿Qué tan caminable es tu ciudad, tu colonia, tu calle?

David Montañez Rufino
Maestro en Diseño, Gestión y Dirección de Proyectos. Fundador y director general de la plataforma urbana M50.

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