En esta ocasión, platico con Telma Leticia Rivera Abreu, arquitecta y maestra en arquitectura por la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Yucatán. Su amplia experiencia, en los tres niveles de gobierno y en la iniciativa privada, me llevó a platicar con ella sobre tres temas principales:
La Mérida de los años 90’s
L= Con la gran experiencia que tienes, platícanos de esa Mérida de los años 90’s, cuando comenzaste a trabajar en la Dirección de Desarrollo urbano de Mérida.
T= En ese período existían instrumentos normativos del ámbito federal, estatal y municipal, como son declaratorias y decretos que ponían especial énfasis en la conservación del patrimonio natural y construido. Me refiero a que, en 1982, se decretó un polígono del centro de Mérida, como Zona de Monumentos Históricos de la Ciudad de Mérida. En Yucatán, en 1985, se publicó la Ley de Fraccionamientos del Estado de Yucatán. Ley de Asentamientos Humanos del estado de Yucatán de 1995 (que sustituyó a la Ley estatal de Desarrollo Urbano de 1977), aplicaba el Reglamento de Construcciones que entró en vigor en julio de 1990. En 1993 se decretó Área Natural Protegida a la reserva Cuxtal; en ese mismo año se publicó el Programa de Desarrollo Urbano de la Ciudad de Mérida.
Con este marco normativo la Dirección de Desarrollo Urbano administraba el territorio de la ciudad y expedía las factibilidades y licencias de uso del suelo. En cuanto a la parte física de la ciudad, era notorio el crecimiento a partir de fraccionamientos. El patrón de asentamiento y de ocupación del territorio estaba cambiando en respuesta a una política de vivienda del INFONAVIT que se creó en la década de los 70’s, cuando se empiezan a construir fraccionamientos para vivienda social en la que el tamaño de los lotes y el propio diseño del conjunto es diferente a las colonias. La imagen de la ciudad se transformó a partir de la construcción de fraccionamientos de vivienda en serie.
Las principales transformaciones que has visto en nuestro Municipio
Una de las transformaciones más importantes es el crecimiento de la mancha urbana fuera del periférico. Esto se puede explicar a partir de dos momentos: 1). Cuando se modificó La Ley Agraria en 1992, lo que permitió la privatización de parcelas y solares urbanos de los núcleos ejidales; 2). Con la política nacional de vivienda implementada a partir del año 2000, que tenía como objetivo disminuir el rezago habitacional, especialmente en el segmento de vivienda social. Mediante la colocación de créditos hipotecarios a través del INFONAVIT, FOVISSSTE y la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), se financiaron créditos hipotecarios y se incorporaron grandes superficies de tierras al crecimiento urbano de dos maneras:
- La ocupación de reservas de suelo administradas por el Estado, tal es el caso de desarrollos como “Ciudad Caucel” y,
- Desarrollo de reservas privadas de suelo, tierras ejidales desincorporadas del ejido mediante la compraventa a los ejidatarios por parte de empresas privadas; como ejemplo tenemos los Fraccionamientos “Las Américas” y “Los Héroes”.
A través de estos mecanismos, y con el plan de ofertar suelo urbanizado para la construcción masiva de viviendas, se mantuvo un crecimiento expansivo. A esto le sumamos nuestro modelo horizontal de crecimiento, ya que no tenemos barreras naturales que impidan ocupar el territorio. Con este patrón se han sumado a la ciudad comisarías como: Cholul y Dzitya, hacia el norte; y Caucel, hacia el poniente. Esto no es nuevo, desde mediados de la década de los 80’s, con la creación de la CODUVY (COUSEY) –hoy Instituto de Vivienda del Estado de Yucatán–, se establecieron reservas territoriales para el crecimiento de la Ciudad de Mérida, con lo cual se expropiaron tierras del ejido de Chuburná y otros núcleos agrarios, y se anexaron a la ciudad comisarías como Chuburná, así como ex haciendas, como Tanlum, Petcanché y Sodzil Norte.
¿Qué temas consideras prioritarios para abordar en nuestro municipio?
Es necesario que la gestión del uso del suelo sea algo práctico, y que la consulta para saber si se puede dar o no algún uso a los predios ubicados en el municipio de Mérida, sea un proceso menos complicado. Hoy en día se requiere hacer la revisión en diferentes mapas del PMDU(1), lo cual dificulta para la ciudadanía saber qué uso le puede dar al predio de su propiedad.
Considero una prioridad establecer mayor claridad en la manera en que se pueden desarrollar los predios que se encuentran en la zona urbanizada fuera del periférico, en las superficies ubicadas entre las comisarías y el centro de población.
(1) Plan Municipal de Desarrollo Urbano.
«Es necesario que la gestión del uso del suelo sea algo práctico, y que la consulta para saber si se puede dar o no algún uso a los predios ubicados en el municipio de Mérida, sea un proceso menos complicado».