La electromovilidad consiste en el uso de sistemas de impulso o tracción que utilizan energía generada por motores eléctricos aplicados a distintos medios de transporte, como automóviles, aviones o barcos, los cuales no hacen uso de combustibles, aunque algunos vehículos eléctricos pueden ser híbridos (renovables o combustibles fósiles). Actualmente, hay un gran interés a nivel mundial por el impulso de la electromovilidad, ya que a través de ella se puede lograr alcanzar la cero emisiones de gases de efecto invernadero, así como la disminución de la contaminación acústica generada por el transporte convencional.
Transporte e incremento de los gases de efecto invernadero (GEI)
El sector del transporte contribuye con el 14% de las emisiones a nivel mundial, siendo el transporte terrestre el principal emisor, seguido por el marítimo y la aviación, que contribuyeron con el 2.2% de las emisiones. Tras una caída sin precedentes del 5.4 % en 2020 debido al aislamiento por COVID, las emisiones globales de dióxido de carbono y concentraciones de GEI en la atmósfera siguen subiendo. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente(1) señala que América Latina y el Caribe representan una de las regiones más urbanizadas del planeta. Alrededor del 80% de la población vive en ciudades y el número de ciudades se ha multiplicado por seis en los últimos 50 años. Así mismo, las tasas de motorización también han aumentado, las proyecciones indican que la flota vehicular en la región podría triplicarse en los próximos 25 años, alcanzando más de 200 millones de unidades para el año 2050.
Yucatán y sus pasos hacia la electromovilidad
Según estimaciones, para el 2030 Yucatán tendrá una población aproximada de 2.5 millones de habitantes, por lo cual es prioridad migrar hacia una movilidad más sustentable. El gobierno del estado ha generado proyectos como el corredor de autobuses eléctricos de 100 km en la ciudad de Mérida, que pretende conectarla con los municipios de Kanasín y Umán. Así mismo, la empresa Engie México trabaja en un corredor verde que conectará las ciudades de Veracruz-Mérida-Cancún, fortaleciendo la infraestructura energética para vehículos eléctricos, además de la distribución de gas natural por medio de su ducto Mayakán. Así mismo, este proyecto incluye vender vehículos eléctricos a taxistas, con un plan de financiamiento a largo plazo para sus clientes de gas natural, impulsar las energías renovables con el uso de paneles solares, y generar electricidad con granjas eólicas y solares, principalmente en Quintana Roo. Finalmente, en una primera etapa de cinco años, dotar de gas natural a 18,000 viviendas residenciales en Mérida, Umán, Progreso, Conkal y Ucú. Por otra parte, el ayuntamiento de Mérida compró seis calesas eléctricas como una medida para conservar el medio ambiente y evitar forzar o maltratar a los caballos que tiran de estos vehículos.
Mototaxis, necesarios como transporte
Existen medios de transporte, como los mototaxis, que han sido una actividad de ingreso económico para zonas urbanas, suburbanas y rurales. Éstos se han agrupado y organizado de formas independientes, los cuales podrían ser sustituidos por su versión eléctrica.
La aprobación y regulación de los Mototaxis ha sido un tema delicado. El analista del Observatorio de Movilidad Sostenible, Eduardo Monsreal Toraya, mencionó que los mototaxis no son vehículos que deban prestar servicio de transporte público en Mérida, pero que dan respuesta a la deficiencia en el apoyo que brindan las empresas camioneras: “…tendrían que existir, pero existen porque hay una demanda que no se está satisfaciendo por parte de los autobuses”.
Por otro lado, se han presentado propuestas parlamentarias como la del diputado Víctor Hugo Lozano Poveda, para prohibir este tipo de transporte en vialidades de tránsito intenso y alta de velocidad, y establecer que la agencia de transporte y las autoridades municipales son las encargadas de su regulación. Cabe mencionar que, hasta el día de hoy, los operarios pueden adquirir sus placas para el mototaxi sólo en el estado de Campeche, ya que no es posible obtenerlas en Yucatán. Actualmente, los ayuntamientos buscan registrar las agrupaciones de mototaxis para llevar un control de la sobreoferta, la cual ha generado problemas de seguridad, congestión vial, contaminación auditiva, etc.
A nivel mundial, se está impulsando la Agenda 2030 de desarrollo sustentable, como una oportunidad para que los países y sus sociedades emprendan un nuevo camino para mejorar la vida de todos, sin dejar a nadie atrás. La Agenda cuenta con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que incluyen, desde la eliminación de la pobreza, hasta el combate al cambio climático, la educación, la igualdad de la mujer, la defensa del medio ambiente, o el diseño de nuestras ciudades.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Secretaría de Economía, felicitaron al gobierno de Yucatán por realizar diversas acciones, programas y proyectos para el desarrollo sostenible. Sin embargo, los ODS de “Energía asequible y no contaminante” y “Ciudades y comunidades sostenibles”, tienen baja replicabilidad y capacidad de implementación en algunos casos, ya que no se considera la integración social y su dinámica para la implementación de nuevas tecnologías. Un ejemplo, en el caso de los mototaxistas, es la falta de regulación para establecer agrupaciones de operarios, los cuales no tienen acceso a un seguro social o a financiamiento para la vivienda, debido a que están en “clandestinidad”. Es prioridad resolver este tipo de situaciones. La concientización social de los diversos actores (sociedad-gobierno-empresas) es necesaria para construir cimientos que permitan la adaptación y replicabilidad de las tecnologías renovables.
(1) En su publicación Electric Mobility: Developments in Latin America and the Caribbean and Opportunities for Regional Collaboration (2018).
«El sector del transporte contribuye con el 14% de las emisiones a nivel mundial, siendo el transporte terrestre el principal emisor, seguido por el marítimo y la aviación».