Tuve la oportunidad de visitar la ciudad de Monterrey en septiembre de este año, y no podía dejar pasar la ocasión de conocer el emblemático parque “La Fundidora”. Desde mi perspectiva como estudiante en diseño del hábitat, este hito urbano representaba una oportunidad única para analizar las dinámicas de uso en un espacio público distinto a mi lugar de origen.
Mi sorpresa fue grata al encontrarme con un espacio lleno de vitalidad, donde las personas daban forma a un uso e identidad colectiva en los patios industriales. Esta experiencia me llevó a cuestionarme, ¿cómo se logra la gestión y planificación estratégica, así como el mantenimiento y la promoción de un parque que es referente urbanístico a nivel nacional? Encontré la respuesta gracias al Congreso Parques 2024, concretamente en la Master Class: “Planificación para la Excelencia: Certificación Green Flag Award”.
Green Flag Award, un distintivo para los parques y espacios verdes
A nivel internacional se ha reconocido que los parques y espacios verdes son elementos estratégicos para promover el derecho a la ciudad. Sin embargo, en las ciudades latinoamericanas, estos enfrentan retos relacionados con su uso, apropiación y gestión. Bajo este contexto, el Green Flag Award fue adoptado en 2019 por la Asociación Nacional de Parques y Recreación de México, junto con Keep Britain Tidy, con el propósito de promover estándares de calidad en los espacios públicos urbanos.
El Green Flag Award es un esquema de acreditación internacional sin fines de lucro que distingue y recompensa a los parques y espacios verdes bien administrados, reconociendo que planificar para la excelencia va más allá de cumplir con una serie de características estéticas del espacio. Se debe entender a estos espacios como un sistema interrelacionado donde convergen los aspectos físicos, ambientales, sociales y económicos.
En la Master Class, los participantes pudimos explorar los ocho criterios clave a calificar para obtener el estándar de excelencia en parques y espacios verdes en México:
- Un lugar acogedor: bienvenida, acceso bueno y seguro, señalización y accesibilidad universal.
- Saludable, protegido y seguro: nivel adecuado de instalaciones y actividades, equipos e instalaciones seguras, seguridad personal y control de perros.
- Buen mantenimiento y limpio: basura y gestión de residuos, mantenimiento de horticultura, mantenimiento de arboricultura, mantenimiento de edificios e infraestructura y mantenimiento de equipos.
- Gestión ambiental: gestión del impacto ambiental, minimización de residuos, uso de sustancias químicas, el uso de turba y estrategias de adaptación al cambio climático.
- Biodiversidad, paisaje y patrimonio: gestión de características naturales, flora silvestre y fauna, conservación de características del paisaje y conservación de edificios y estructuras.
- Participación de la comunidad: participación de la comunidad en la gestión y desarrollo del parque, y provisión apropiada para la comunidad.
- Marketing y comunicación: marketing y promoción, canales de información apropiados e información adecuada y educativa.
- Administración: la ejecución del plan de gestión.
Un elemento clave: el plan de manejo
El plan de manejo es un componente medular para la obtención de la certificación, debido a que este debe compilar todos los procesos, protocolos, guías, métodos y anexos necesarios para el correcto funcionamiento y conservación del parque o espacio público. La planeación estratégica en este esquema permite gestionar los recursos e insumos, promover el desarrollo de comunidades y generar proyecciones futuras de operatividad a escala metropolitana.
Reflexiones de una estudiante de diseño del hábitat
Entonces, ¿qué tiene que ver el parque “La Fundidora” con la certificación Green Flag Award? Este espacio público es uno de los trece reconocidos a nivel nacional con dicha certificación. La increíble experiencia que tuve en este espacio es reflejo de las buenas prácticas implementadas por la administración.
El Green Flag Award permite pensar en los espacios públicos como ejes estratégicos para la promoción del bienestar en las ciudades. Acreditar esta certificación implica una evaluación y actualización continua del plan de manejo, debido a que cada año debe realizarse una recertificación, promoviendo que estos espacios se mantengan vivos y comprometidos con la causa común.
Como estudiante en formación, esta experiencia de intercambio, trabajo colaborativo y diálogo en torno a los parques con profesionales del sector me ha brindado una perspectiva más amplia y enriquecedora. Como jóvenes comprometidos con la causa, tenemos mucho por aprender, pero también debemos reconocer que nuestra voz, conocimiento y presencia tiene un impacto en los diversos diálogos urbanos.