Entrevista con el Instituto Municipal de Planeación de Mérida
En Mérida, las discusiones sobre el espacio público han tomado fuerza en los últimos años, y tanto la ciudadanía como el sector público y privado están más interesados en su intervención y conservación. Para conocer las estrategias de planeación y gestión en esta nueva visión del espacio público, MetrópoliMid entrevistó a Edgardo Bolio Arceo, director del Instituto Municipal de Planeación de Mérida (IMPLAN); a Alejandra Aragón Quintal, la coordinadora del Sistema de Gestión de Espacios Públicos; y a Marilin Can Quintal, colaboradora del Sistema de Gestión de Espacios Públicos.
Grandes retos del espacio público en Mérida
Uno de los grandes retos que tiene la ciudad es, precisamente, la atención adecuada y oportuna de los espacios públicos. Conocer qué tenemos, dónde se encuentra, así como las características y condiciones del acervo de espacio público, es fundamental para que las políticas públicas en materia de mantenimiento, conservación, utilización, activación y gestión de los mismos, sean más eficientes.
El ayuntamiento interviene los espacios públicos desde diferentes frentes, con la participación de la dirección de gobernación, de cultura, del área de deporte, de mantenimiento, entre otras dependencias. “Uno de los primeros retos es poder trabajar de manera coordinada e integrada entre áreas y dependencias del ayuntamiento, para que la actuación sobre el espacio público sea más eficiente” (Edgardo Bolio).
Un segundo reto, igual de importante, es el conocimiento de nuestros recursos, de nuestro acervo y repertorio. “Mérida es una ciudad que tiene espacios públicos pequeños distribuidos por todo el territorio, eso tiene ventajas y desventajas: la ventaja es que casi todos los habitantes tienen un parque cerca; la desventaja, desde el punto de vista de la administración, es que se necesita dar mantenimiento a ese espacio público pequeño y disperso” (Edgardo Bolio). No resulta eficiente contar con pequeños espacios, si no que se requieren espacios más generosos, estratégicamente ubicados y que contribuyan a dar servicios más especializados, a distintas escalas.
A partir de estos retos, en el IMPLAN creamos el “Sistema de Gestión de Espacios Públicos”, con el cual podemos identificar la disponibilidad y condiciones del espacio público así como caracterizarlo, cuantificarlo y, de alguna manera, clasificarlo.
“Para algunas personas, el Sistema de Gestión de Espacios Públicos puede resultar un ejercicio ocioso, podrían pensar que, en lugar de usar recursos en una base de datos, sería mejor utilizarlos para podar árboles o cambiar focos… Sin embargo, a nosotros nos parece una función estratégica, porque permite planear, tomar decisiones, orientar la política pública e incidir en los puntos clave que contribuyan a mejorar la calidad del servicio y del espacio público con el que contamos” (Edgardo Bolio).
Una nueva visión del espacio público en Mérida
Desde que se creó el IMPLAN, hemos tenido la visión de generar una planeación y gestión radical en el espacio público, cambiando la forma tradicional en que se actuaba dentro del mismo, limitado a aspectos meramente físicos o de infraestructura. A partir de esta visión del espacio público completo se han desarrollado una serie de proyectos, entre los que se encuentra la clasificación de los espacios públicos.
Mérida tiene espacios públicos con características que no se replican en otras partes del país. Por ejemplo, tenemos parques que son también sitios arqueológicos, pues cuentan con vestigios. También hay parques que, en su momento, fueron bancos de materiales. Partiendo de la clasificación operativa que propone el municipio –la cual se generó de manera interinstitucional con la colaboración de las dependencias que actúan e inciden en el espacio público–, pudimos establecer, conocer y caracterizar el mismo. Esto es importante, ya que un municipio que no conoce la realidad de sus espacios públicos no puede transitar hacia esa visión que se ha propuesto alcanzar.
Una vez realizada la clasificación, se pudo comenzar a indagar sobre cuál es la realidad del espacio público en el municipio. Esto permite establecer un panorama en el proceso de planeación, de tal manera que haya claridad sobre las zonas que están teniendo un déficit en materia de espacios públicos, desde la falta de áreas públicas hasta la calidad del mismo.
Durante los dos años de pandemia, realizamos recorridos satelitales y utilizamos herramientas digitales para retroalimentar la base de datos, que en ese entonces era de aproximadamente 542 espacios públicos, cifra que incluso variaba entre dependencias. Entonces, lo que hicimos, fue localizar esos espacios públicos y catalogarlos a partir de esta propuesta de clasificación generada con el Sistema de Gestión de Espacios Públicos.
El espacio público en cifras: de 500 a 979 espacios públicos en Mérida
Con la información catalogada a través del Sistema de Gestión de Espacios Públicos, podemos establecer un inventario integrado por 3 capas. La capa de datos primarios, que es la que le da identidad al espacio público, desde su nombre, ubicación, clasificación y escala de servicio. En una segunda capa, la de datos secundarios, hablamos de los componentes físicos y funcionales que estructuran el espacio público, como los módulos y elementos. Por último, la capa de los datos terciarios, que es hacia dónde queremos transitar y en la cual se podrá definir cuál es el uso, el funcionamiento, los programas, o el mantenimiento que tiene o requiera cada espacio público. Esta capa servirá para reforzar las gestiones del espacio público, y orientar el desarrollo de las políticas públicas en torno a él.
“Se habla de una base de datos dinámica, que esté en línea, que permita ir abriendo y cerrando capas de información, tener los datos primarios: cuánto mide, dónde está ubicado, cómo se llama, etc. Pero también datos secundarios: es área deportiva, es área infantil, área comercial, dentro de un propio parque. Incluso llegar al extremo de decir: aquí hay una banca, tres árboles, dos focos. Considero que es información verdaderamente rica, y el gran reto que le ponemos a la propia administración municipal y a la ciudadanía en general, es usarlo”. —Arq. Bolio Arceo
“Gracias a la clasificación realizada del espacio público, tenemos la certeza de que, en los últimos años, pasamos de 500 a 979 espacios públicos en Mérida” (Alejandra Aragón).
Sin embargo, la mayoría de estos espacios públicos son muy pequeños y no cumplen con las dimensiones específicas para que sea un espacio público completo, de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana “Espacios públicos en los asentamientos humanos”, que establece entre 0 a 2 hectáreas como dimensiones mínimas. Los espacios públicos en Mérida, que son mayormente residuales, tienen entre 500 y 600 m². Aun así, a pesar de no ser espacios completos, al ser de uso público, son contemplados. Entonces, “más del 80% de los espacios públicos en Mérida son en una escala de 0 a 2 hectáreas, es decir, tenemos un alto porcentaje de espacios muy pequeños qué demandan intervención y mejoramiento, lo que representa uno de los grandes retos en los que estamos trabajando”. (Marilin Can).
Ya’axtal: proyecto piloto con potencial de ser replicado en toda la ciudad
El proyecto Ya’axtal se encuentra ubicado en el distrito IV de Mérida, y en él realizamos un detallado recorrido satelital para identificar las primeras dos capas de información del Sistema, lo cual nos permitió determinar la composición de los módulos y la escala de servicio.
Logramos obtener información muy detallada, identificando parques de reciente creación o intervención, otros que ya no funcionaban, e incluso algunos que eran de propiedad privada, pero tenían uso público. Eso también fue un dato muy importante y relevante que salió con este trabajo, pues detectamos que algunos espacios, a pesar de que tenían una utilización pública, realmente eran de propiedad privada. Fue un trabajo realmente cansado, del que considero sacamos un buen producto.
Nuestra expectativa es que el caso de estudio del distrito IV pueda ampliarse a todo el territorio municipal, a esa escala de información. Se tiene la intención de que esta base de datos, en principio y cuando menos, esté disponible para las dependencias municipales, y la visión a futuro es que sea habilitado al público general.
Hacer sandwichón: estrategias para garantizar la conectividad y la intervención integral del espacio público.
Una de las maneras como se debe de intervenir el espacio público, es pensar en diferentes dimensiones que se aborden en simultáneo. La intervención física de poner pavimentos, área de juegos infantiles o canchas, sigue siendo necesaria, pero no es suficiente, se necesita de otros componentes.
Debe de haber también una capa ambiental, que está relacionado con la infraestructura verde, con la flora, la fauna. No hablamos solamente de sembrar árboles, habría que pensar que esta capa vegetal podría generar una red de interacciones entre hombre y naturaleza, de una manera muy interesante.
También, otra capa debe estar relacionada con los flujos y las conexiones entre los espacios. No es posible que cada uno de los espacios tenga todos los atributos que se requieren, pero sí se puede lograr que sean complementarios unos de otros y, para que pueda ser eficiente esa complementariedad, tiene que haber una buena conectividad. Por lo tanto, la capa de los flujos y la movilidad es fundamental, desde la peatonal, ciclista y vehicular de diferentes modos, que permita estas interacciones y estas conexiones.
Finalmente, la capa social, que es el corazón de todo; las personas y las actividades, el fortalecimiento de la cohesión de grupo, de la comunidad es sumamente importante para los temas de apropiación, sentido de pertenencia, e identidad del lugar.
La teoría del sandwichón de Edgardo Bolio
Cuando expliqué este esquema en un evento público, le decía a la gente que se imaginen un sandwichón; la primera capa tiene una cosa, la segunda otra y la tercera otra, y no se come por capas acostadas, sino que se corta para que cada rebanada tenga todos los sabores… esa es la “Teoría del sandwichón”. Necesitamos pensar que el espacio público se tiene que intervenir así, es una visión sistemática del espacio. Tal vez es una forma simplista de decirlo, pero ilustra que la intervención del espacio público –que es un tema complejo– debe de atenderse en diferentes dimensiones en simultáneo, para potenciar el resultado cuando se ve como un todo integrado.
Otra cosa que me gusta señalar es el símil de la red, me parece que es una de las estructuras más atractivas. Una red tiene nudos y conectores, tiene pocos materiales, pero es resistente, es flexible, y su fuerza se la da la distribución de los esfuerzos en todas las direcciones. Si nosotros pensamos en la estructura de una red, desde el punto de vista de la tecnología y de la forma operativa, resulta muy eficiente, barata y ofrece un montón de beneficios.
Entonces, si hablamos y entendemos la operatividad del espacio público desde la metáfora: trabajar en “red” y “comer sandwichón” son los secretos para el éxito.
La proyección para el espacio público en los próximos 5 años
«Más del 80% de los espacios públicos en Mérida son en una escala de 0 a 2 hectáreas, es decir, tenemos un alto porcentaje de espacios muy pequeños qué demandan intervención y mejoramiento, lo que representa uno de los grandes retos en los que estamos trabajando”. (Marilin Can).