Avanzar y retroceder: la condena de una ciudad sin rumbo
Yucatán no sufre por la falta de proyectos, sino por la falta de continuidad y de una narrativa compartida sobre el futuro de nuestras ciudades.
Problemas visibles: la movilidad como síntoma
En los últimos meses, dos temas urbanos se han vuelto controversiales y muy comentados en Yucatán: el sistema de transporte público Va y Ven, y la infraestructura ciclista y peatonal del Paseo de Montejo.
Hoy, sin embargo, ambos proyectos tienen otra cosa en común: están siendo amenazados con desaparecer. Lo que se celebró por muchos como símbolo de avance, ahora se discute como error. Se habla de desmantelar, modificar o revertir. Más allá del debate técnico, esto es una señal de algo más profundo: Mérida —y Yucatán— parecen no saber qué rumbo tomar.
La verdadera ciudad no se construye con cemento, sino con visión y consenso
No se trata de decidir si Mérida debe ser una ciudad para el automóvil o para la bicicleta, compacta o dispersa, moderna o patrimonial. Se trata, ante todo, de definir qué tipo de ciudad queremos construir juntos y sostener esa visión más allá de las coyunturas políticas.
La verdadera ciudad no se construye con cemento, sino con visión y consenso. Mientras no tengamos claro el Yucatán que queremos, cualquier obra —por ambiciosa que sea— seguirá siendo sólo un fragmento que oscile con el tiempo.


