Existen muchos temas en el tintero a nivel local. El 80% del esfuerzo de CANADEVI Yucatán se enfoca en temas locales, que es donde podemos realmente incidir y beneficiar al sector de la vivienda y, por lo tanto, a la comunidad.
Tenemos retos importantes en temas de infraestructura. Existe una necesidad de infraestructura y de servicios –eléctricos, de agua potable, saneamiento de aguas residuales–, que se vuelven muy relevantes para el desarrollo y pueden incluso a provocar que financieramente no sean viables. En este tema, hemos trabajado con las autoridades de los tres niveles, buscando esquemas y modelos para que el costo de la infraestructura no se vuelva un factor que haga inviables los proyectos.
La falta de mano de obra calificada
Está también el tema grave de la falta de mano de obra en la construcción. Hicimos una encuesta entre nuestros socios para dimensionar el alcance de esta problemática, y encontramos que hay un déficit de casi 9 mil profesionales de la construcción en Yucatán, sólo para este 2022. Se trata de un reto muy fuerte que tenemos, pues ha generado una competencia interna en Yucatán por los albañiles, fierreros, ingenieros, yeseros, etc., pero también una competencia con los estados vecinos, como Quintana Roo –que traen una dinámica hotelera muy fuerte–; con obras de infraestructura federal –como el Tren Maya–; y contra programas de apoyo a la gente que recibe incentivos o apoyos mensuales, y que por lo tanto dejan de trabajar.
La falta de densificación y los costos de la vivienda
Para promover la densificación hace falta una revisión y actualización de la normatividad urbana, lo cual impacta directamente en la vivienda, pues promover la densificación también permitiría que los desarrolladores podamos aprovechar más el suelo y poder, por lo tanto, ofrecer una vivienda más económica.
El problema es que mucha de la infraestructura existente en la ciudad, no se aprovecha. A los desarrolladores se les pide densificar, pero son ellos quienes tienen que cambiar o crear la infraestructura urbana, encareciendo el costo final de la vivienda.
La necesidad de una mejora regulatoria
La realidad es que la industria inmobiliaria está sobre-regulada, tenemos un gran número de trámites que ralentizan los procesos y ocasionan que un proyecto pueda tardar hasta dos años en realizarse por la tramitología. En este sentido, una de las acciones que procuramos es precisamente modificar, acotar, depurar o hacer más eficientes los trámites, para que las gestiones de los proyectos sean más ágiles y reduzcamos el tiempo para su realización.
También buscamos evitar que se le traslade a la iniciativa privada, a los desarrolladores o a los ciudadanos, las obligaciones que le corresponden al estado. Esta es una lucha constante de la CANADEVI Yucatán.
La pulverización del espacio público en Mérida
Mientras impulsamos la densificación de la ciudad, al mismo tiempo se tiene que ir dotando de mejores y mayores espacios públicos. La normatividad que hoy existe señala densidades permitidas e infraestructura de espacio público solicitada. Si modificamos uno sin modificar el otro, afectamos la viabilidad financiera de los proyectos, y dejarán de haber proyectos inmobiliarios porque financieramente no son convenientes. Si queremos más y mejores espacios públicos, tenemos que fomentar también la densificación. No puede haber más densificación sin otorgar mayor espacio público… y viceversa.
En CANADEVI Yucatán consideramos que la infraestructura instalada no debería de ser una limitante a lo que se puede llegar a desarrollar en la zona. Si hay que incrementar las capacidades, que se haga. No debemos cerrarnos a desarrollar espacios porque la infraestructura sea insuficiente, si no encontrar la forma de mejorar e incrementar la capacidad instalada, tanto de servicios como de infraestructura.
Tampoco debería de ser una limitante la capacidad de las propias instituciones públicas. Si hoy la institución no tiene capacidad de generar, por ejemplo, energía eléctrica, encontrar la forma y las opciones para cómo sí lograr otorgar este servicio. Esto se puede lograr con inversiones conjuntas entre el sector público y los desarrolladores, siempre que la inversión sea reconocida para los costos normativos de su desarrollo.
Lo que no debería de suceder y sí sucede, es cargar al desarrollador la responsabilidad –que es de la autoridad y no de las empresas o del particular–, de otorgar por su cuenta los servicios públicos, infraestructura o espacio público. Hoy por hoy mucho del espacio público está pulverizado porque no lo realiza la autoridad, si no cada uno de los desarrolladores.
«Hay un déficit de casi 9 mil profesionales de la construcción en Yucatán, sólo para este 2022».