Islas de Calor Urbanas

Desde su aparición en la tierra, el ser humano ha desarrollado infraestructura para mejorar su calidad de vida y, como consecuencia, ha ocasionado consecuencias negativas en su hábitat, como por ejemplo la llamada “isla de calor urbana”. 

¿Qué son las islas de calor urbanas?

Son un sistema físico que se da dentro de un territorio urbanizado hasta sus límites, en donde se presentan varias características físicas que se pueden diferenciar claramente de las que se encuentran en las zonas rurales, poco impactadas por los asentamientos humanos y sus acciones. 

¿Cómo afectan las islas de calor urbanas?

Directamente en el aumento de la temperatura de la zona urbana, una mala calidad del aire, en los cuerpos de agua, en el tipo de agua de lluvia que se presenta ocasionalmente (lluvia ácida) y, a su vez, directamente en la salud, incidiendo en enfermedades respiratorias, así como oftalmológicas y de la piel.

También afecta el desarrollo adecuado de las plantas, invadiendo sus hojas y tallos, creando una capa contaminante en la superficie e impidiendo que se lleve de manera adecuada la fotosíntesis. 

Si nos referimos a las especies endémicas, las islas de calor reducen su población o, inclusive, generan su extinción. Incluso promueven la aparición excesiva de otros seres vivos como el lirio masivo en los cuerpos de agua, el exceso de hormigas y otros insectos, derivado de la alta cantidad de nutrientes y condiciones físicas que sobreestimulan su reproducción.

¿Cómo se alimentan las islas de calor urbanas?

Principalmente de la actividad industrial y del uso de vehículos de transporte a base de combustión. Estas dos actividades generan grandes cantidades de contaminantes que se vierten a la atmósfera como lo son los gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, metano, óxido nitroso y gases fluorados), y a los cuerpos de agua. Otros factores son la disminución de la capa vegetal en el entorno, el exceso de asfalto y concreto no permeable en las superficies de rodamiento, y la falta de sitios de disposición final de los residuos sólidos urbanos o su incorrecto manejo y control.

Islas de Calor Urbanas

¿Qué podemos hacer como habitantes para mitigar este fenómeno?

Son varias las acciones que podemos hacer y contribuir como habitantes de una urbe, desde incorporarme a las brigadas voluntarias de reforestación y limpieza de cuerpos de agua dentro de la zona, hasta considerar tener y mantener de uno a un par de árboles en nuestro hogar, además de adquirir algunos extras y plantarlos, cuidarlos y procurarlos en alguna área común disponible. También, disminuir el uso del vehículo particular a base de motores de combustión, así como fomentar el uso de la bicicleta.

Islas de Calor Urbanas

¿Cómo pueden incentivar los gobiernos a que se generen acciones favorables?

A través de una política pública estatal y municipal, por medio de algún instrumento o algún programa, o bien, proponiendo un convenio de coordinación de acciones.

Se deben incentivar acciones como la reducción de impuestos, por ejemplo, si tienes en el exterior e interior de tu casa cuando menos algún árbol en buen estado y de cierto tamaño, se te dará un descuento del 5% en el pago del predial.

También, promover en las casas un esquema completo amigable con el medio ambiente a base de paneles solares, sistema de captación y almacenamiento de agua de lluvia, o bien calentadores solares. 

Islas de Calor Urbanas

Otra ruta es generando más infraestructura para transitar seguro en bicicleta, también llevar a cabo programas de cultura vial para ir transformando la movilidad de cierto sector de la población, generando las condiciones para tener el acceso a estos esquemas y ser una opción cómoda, viable y que además impacte en los bolsillos de las personas; finalmente generar estímulos fiscales para las empresas que adquieran o sustituyan sus procesos por nuevas tecnologías más amigables con el medio ambiente.

Otras acciones son: cambiar el tipo de superficie de rodamiento por tecnología ya existente que permita la filtración de agua para recuperar las condiciones naturales y niveles de los mantos freáticos; e incluir dentro de los programas de desarrollo urbano un conjunto de acciones específicas y garantizar que se apliquen, ya que muchas veces existen, pero no se llevan a cabo y se convierten en letra muerta o, peor aún, se detienen por afectar los intereses de unos cuantos.

En cuanto a la población, si se organiza, puede generar algún organismo como una sociedad civil o cooperativa para realizar algunas de estas acciones, o bien realizar algunas de las propuestas en los objetivos de la agenda 20-30.

 

Desde su aparición en la tierra, el ser humano ha desarrollado infraestructura para mejorar su calidad de vida y, como consecuencia, ha ocasionado consecuencias negativas en su hábitat, como por ejemplo la llamada “isla de calor urbana”.

Mtro. Jorge Becerra Moreno
Ingeniero Civil con Maestría en ciencias en Ingeniería Ambiental, con más de 19 años en la docencia en la UMSNH, actualmente profesor investigador. Me considero una persona en constante búsqueda de nichos para el desarrollo territorial y tecnológico, armonizado con el medio ambiente para mitigar el daño y contribuir al progreso social.