A lo largo de nuestra estadía en el Ejido 20 de Noviembre, nos sumergimos en un mundo lleno de vivencias únicas y enriquecedoras que nos permitieron, no solo conocer mejor a la comunidad, sino también a nosotros mismos como individuos y como grupo de universitarios con distintos trasfondos culturales y perspectivas. Descubrimos que nuestras experiencias, aunque diversas en su naturaleza, convergen hacia un punto común al final del camino.
Tocando el alma del Ejido 20 de Noviembre: un viaje transformador hacia la comunidad y la familia
La experiencia en el Ejido 20 de Noviembre fue un viaje al corazón de una comunidad vibrante y acogedora, ubicada en el municipio de Calakmul, Campeche. Desde el momento en que bajamos del camión, fuimos recibidos con una calidez que desbordaba los corazones.
Cada día en el Ejido 20 de Noviembre era como un paseo en una montaña rusa, lleno de emociones y sorpresas. A medida que nos adentrábamos en el proyecto, nos sumergimos en la vida cotidiana de la comunidad, admirando la amabilidad y generosidad de sus habitantes. Tanto los adultos como los niños desempeñan un papel vital en el tejido social de este lugar, demostrando una solidaridad y apoyo mutuo que nunca habíamos experimentado.
Durante la estadía, tuvimos la oportunidad de sumergirnos en las costumbres, artesanías y tradiciones de la comunidad, conectándonos especialmente con los niños a través de actividades deportivas y conversaciones sobre sus pasatiempos favoritos. La calidez y hospitalidad de la comunidad nunca dejaron de sorprendernos.
Traspasando fronteras: una travesía de colaboración global
En el transcurso de un proyecto colaborativo entre la Universidad Aalto en Finlandia y la UNAM, tuvimos el privilegio de sumergirnos en un ambiente de diversidad cultural y talento proveniente de diferentes rincones de México y el mundo. Esta experiencia trascendió los límites de un proyecto convencional, llevándonos a explorar territorios desconocidos fuera de nuestra zona de confort y regalándonos valiosas lecciones.
Trabajar codo a codo con estudiantes, tanto mexicanos como finlandeses, no solo enriqueció nuestra perspectiva, sino que también creó lazos tan fuertes que llegamos a considerarlos como familia, incluso teniendo consideraciones para invitarlos a compartir momentos más importantes en nuestras vidas. Al igual que Antón Ego en la película «Ratatouille», esta experiencia desafiante puso a prueba nuestras suposiciones preconcebidas y tocó fibras íntimas, llevándonos a comprender la importancia de estar siempre abiertos a nuevas experiencias.
La conexión especial que sentimos con cada uno de ellos, su innata curiosidad y su contagiosa alegría por la comunidad nos inspiraba a todos a alcanzar nuevas alturas. Desde colaborar en talleres hasta contribuir en la restauración de la cancha y el mural, cada uno dejó una marca imborrable en esta hermosa obra de colaboración.
Despedirnos al final del proyecto fue un momento cargado de emotividad. Acompañarlos hasta el camión que los llevaría de regreso y decir adiós, sabiendo que cada uno había dejado una huella, fue un recordatorio de la importancia de cultivar relaciones significativas más allá de las fronteras geográficas.
Aunque nuestros caminos pueden separarse por ahora, guardamos la esperanza de que el destino nos reúna nuevamente en el futuro. Estamos seguros de que esta experiencia solo marca el inicio de un viaje lleno de nuevas aventuras y aprendizajes.
Trazando sonrisas: un viaje de transformación en la comunidad
Un objetivo nos impulsó durante las largas jornadas: cuidarnos mutuamente, reconociendo y respetando nuestras diferentes capacidades. A pesar de la abrumadora magnitud de las tareas en la comunidad, perseveramos y experimentamos una gama de emociones, desde la frustración inicial hasta la profunda satisfacción al lograr la mayoría de nuestros objetivos.
Al inicio, la incertidumbre sobre la participación y comodidad de los niños se transformó rápidamente en alegría y asombro al ver su entusiasmo en el taller de dibujo. Descubrimos su felicidad contagiosa mientras dibujaban con energía y compartían sus ideas para el mural. Además, conocimos a personas inspiradoras como Jaime Cauich, quien ha apoyado a numerosos grupos de jóvenes en su comunidad.
Considerar el vínculo entre sociedad, medio físico y necesidades es crucial para mejorar la calidad de vida y garantizar el confort de las generaciones futuras. Por eso, el proyecto de regeneración urbano-arquitectónica tenía como objetivo promover la convivencia, dinamizar la vida social y cultural, recuperar el espacio público y sensibilizar a la población.
Este proyecto no sólo transformó el parque central, sino que también facilitó encuentros significativos entre diferentes personas y comunidades.
Considerar el vínculo entre sociedad, medio físico y necesidades es crucial para mejorar la calidad de vida y garantizar el confort de las generaciones futuras.
El proyecto de regeneración urbano-arquitectónica tenía como objetivo promover la convivencia, dinamizar la vida social y cultural, recuperar el espacio público y sensibilizar a la población.
Jahir Azarcoya Teyer (@jahir.azarcoya), Wilbert Moises Bates Lopez (@wilbates3), Hailie Victoria Borjas Jimenez (@victoriaborjas_), Valeria Inés Canto Farjat (@canto_farjat), Natalia Eugenia Fajardo González (@natalia_fgl), Renata Flores Limón (@renflmn), Alejandro Garcia Navarrete (@alexg_arcian),Darina Victoria Pineda Cahuich (@www_vittoria_com), Miguel Santiago Pérez Centeno (@santigop06) y Victoria Serrano Hernández (@victoria.hdezzz).
