Una apuesta arriesgada, puede salir muy cara

Ene 15, 2021 | Artículos

 

“El proyecto estará concluido en 100 días a partir de la firma del contrato, o será gratis” afirmó con osadía Elon Musk en 2017. Se refería a la que entonces sería la batería de iones de litio para almacenar electricidad más grande del mundo. El contrato se firmó el 29 de septiembre, se trataba de construir la planta de almacenamiento de electricidad denominada Hornsdale Power Reserve, en el sur de Australia. La obra finalizó el 25 de noviembre, iniciaron las pruebas y para el 1º de diciembre, 63 días después de la firma del contrato, ya estaba conectado a la red eléctrica.

En cualquier país del mundo, las redes eléctricas, pero más específicamente, los usuarios conectados a dicha red con centros de carga que consumen este insumo, necesitan un respaldo que les asegure contar con este servicio esencial, de manera confiable, segura, de alta calidad, y sin interrupciones. Se trata de un servicio estratégico, ya que la producción y la competitividad de todo un país dependen en gran medida de que esto se garantice. Por eso los sistemas eléctricos tienen que ser muy precisos, robustos, y controlados con exactitud, para satisfacer sin problemas las estrictas condiciones de un servicio cuya demanda presenta alta variabilidad, que, aunque previsible, no está exenta de eventos súbitos que modifiquen sus parámetros.

Así, el balance entre lo que se genera y se transporta a través de las líneas de transmisión, y lo que están consumiendo los usuarios a cada momento, debe mantenerse en un delicado equilibrio, o se corre el riesgo de sufrir diversos tipos de problemas, que pueden derivar en apagones como el recientemente sucedido en México. Por ejemplo, si la generación se incrementa sin haber demanda en la misma proporción, la frecuencia, que en México es de 60 Hz, se eleva, y si la demanda aumenta y no se genera lo suficiente para satisfacerla, la frecuencia disminuye.

Casi todos los mercados mayoristas de electricidad en el mundo, operan con un esquema similar al que con acierto se dotó a México con la reforma energética, existen generadores, transportadores, suministradores, usuarios, y también un órgano regulador (CRE) y otro operador (CENACE), ambos independientes y autónomos. Y en el mercado se intercambia comercialmente, no solamente energía, sino también servicios conexos o auxiliares como potencia, regulación de frecuencia, reserva, y otros elementos que garantizan la confiabilidad y seguridad de las que hablábamos antes.

Y los precios o costos de la electricidad, varían sustancialmente en cada momento del día, y entre todos los días del año, dependiendo de cuánta generación esté siendo despachada a la red y proveniente de cuales tecnologías, además de otras variables.

Indiscutiblemente, hoy la energía eólica y la solar fotovoltaica, son las de menor costo de producción, y por eso son las primeras en orden de despacho, para que el precio sea el menor posible a los usuarios, a quienes en última instancia debe beneficiarse.

La planta de almacenamiento de Hornsdale, tiene una capacidad de 100 MW/129 MWh que se alimenta de una planta eólica contigua, y así guarda la energía para cuando no sople el viento, y se despacha cuando la demanda aumenta. Este respaldo a la red y a los usuarios es muy importante, ya que, si no hubiera esta energía almacenada, el incremento en la demanda tendría que satisfacerse mediante generación adicional desde otra planta distinta, que tenga la capacidad de arrancar lo más rápidamente posible, y alcanzar la potencia demandada. Normalmente esto se hace con plantas de gas a las que llaman “piqueras” porque respaldan esos picos de demanda súbitos, y por supuesto, este servicio tiene un costo muy alto, que necesariamente se traslada a los usuarios.

Las baterías Tesla de Hornsdale, pueden entregar de 0 a 100 MW en solo 140 milisegundos, esto es 100 veces más rápido que las plantas de gas. Por eso hoy son la solución adecuada para robustecer las redes eléctricas, y eso es lo que necesita entenderse en nuestro país, en lugar de estar haciendo una arriesgada apuesta que consiste en culpar dolosamente y sin razón a las energías renovables, de los eventos mal controlados que derivan en apagones.

Si a alguien le preocupan los costos, tengamos en cuenta que Hornsdale tuvo un costo de 161 millones de dólares australianos, que al tipo de cambio de ayer ($15.26), resulta ser de poco más de 2,450 MDP, ocupa una superficie similar a un campo de fútbol soccer, no genera emisiones contaminantes, responde con mejor calidad que cualquier otra tecnología para cubrir la misma función, y fue construida en 63 días. Tan solo en 2019, sus servicios se tradujeron en ahorros para los usuarios australianos en el Mercado Nacional de Electricidad, por A$116 M, un 72% del monto invertido en construirla.

En México, por ejemplo, para satisfacer la creciente demanda de la península de Yucatán, se han anunciado desde hace mas de año y medio, dos nuevas plantas de generación, una en Mérida y otra en Valladolid, cuyo avance al día de hoy es 0%, que costarán según el anuncio oficial, mas de 20,500 MDP (ambas). Su construcción está programada iniciar en agosto de este año, para iniciar servicio en algún momento indeterminado de 2024 (si es que se completan). Además, no es necesaria una mayor capacidad instalada de generación, sino una mejor respuesta ante los picos de demanda que ocurren en verano. Con el monto de inversión anunciado, podrían construirse 10 baterías de la capacidad de Hornsdale, y tenerlas listas mucho antes de que la población mexicana haya recibido la vacuna del Covid-19. ¿No suena razonable, por lo menos, estudiar un poco esta opción?

Si el gobierno mexicano continúa sosteniendo la arriesgada apuesta de bloquear sin razón a las energías renovables, alterar tramposamente el marco jurídico, y entorpecer con incertidumbre la motivación para invertir por parte de la iniciativa privada tanto nacional como extranjera, seguramente esto terminará costando muy caro a todos los mexicanos.

 
 

Raúl Asís Monforte González

Raúl Asís Monforte González

Ingeniero Civil y Maestro en Arquitectura de Paisaje. Presidente del Consejo Directivo de la Asociación Mexicana de Energía Renovable y Medio Ambiente A.C.

Email: raul@mienergiamx.com

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