Diseñar para la integración de las personas

La entrevista con Leticia Torres Mesías

En esta ocasión, platicaré con el arquitecto Enrique Martínez de Arredondo, Maestro en Intervención Sustentable en el Patrimonio Edificable (MenISPE), sobre un tema en el que tiene gran experiencia: la accesibilidad y la inclusión.

Diferencia entre inclusión y accesibilidad

En términos de accesibilidad o de diseño para todos, los conceptos tienen diferentes variaciones y enfoques. Accesibilidad normalmente se utiliza enfocado en las personas con alguna discapacidad. Entonces, un diseño accesible de un baño es el que va a poder utilizar una persona con silla de ruedas, con debilidad visual o con algún tipo de situación cognitiva. Mientras que el diseño inclusivo es un diseño que amplía el rango y se sale del tema de la discapacidad. El diseño inclusivo toma en cuenta las diversidades funcionales.

El diseño inclusivo se enfoca en el gran abanico de la diversidad funcional, en el cual se incluyen personas que tienen situaciones o características que no son discapacidades, pero que representan necesidades específicas. Pueden ser personas de baja o gran talla, personas embarazadas o de la tercera edad, por ejemplo.

Esto incluye aspectos no solo del espacio, sino también de diseño de productos o servicios, como lenguaje inclusivo relacionado con el idioma y la cultura, que atiende barreras de interacción derivadas del contexto, del bagaje cultural o de la educación. 

En pocas palabras, el diseño accesible está acotado a la solución de objetos para personas con discapacidad, mientras que el inclusivo está enfocado a la diversidad funcional, que incluye la accesibilidad.

Diseñar para la integración de las personas

Diferencia entre equitativo e igualitario

Lo importante es trabajar para que todos tengamos las condiciones necesarias para un aprovechamiento pleno y seguro de los espacios, de los objetos o de los servicios. Éstos deben de ser inclusivos y equitativos, que no es lo mismo que igualitarios. 

No debemos de tratar a todos igual, sino darle a cada uno lo que necesita.  Si tratamos a todos por igual, todos tendrían la misma talla de zapato o usarían la misma ropa, y esto no es así; hay gente que requiere condiciones diferentes.

«El diseño accesible está acotado a la solución de objetos para personas con discapacidad, mientras que el inclusivo está enfocado a la diversidad funcional, que incluye la accesibilidad».

Diseñar para la integración de las personas

Diseñar para la integración de las personas

La integración se da cuando las personas con diferentes necesidades funcionales tienen un espacio donde pueden coexistir, lo cual podemos tomar como sinónimo de inclusión. Se trata de una convivencia real, pues si solo hablamos de un “espacio designado” eso ya no es inclusión. 

Un ejemplo muy claro son los lugares para conciertos, es feo ver que hay un espacio designado para personas con discapacidad y que no tienen una posibilidad de elección ni de convivencia. Esto es un problema de diseño del espacio.

¿Cómo puedo hacer un auditorio inclusivo?, es cuando te pones a pensar en todas las posibilidades de que puedan ir 20 personas en sillas de ruedas, integrándose con amigos, con familia, que puedan ir personas con diversidad funcional, personas embarazadas… entonces logras un diseño inclusivo.

Diseñar para la integración de las personas

¿Se ha avanzado en el tema de la discapacidad?

Definitivamente se ha hecho más visible que las personas con discapacidad y las personas con diversidad funcional requerimos diferentes adecuaciones para poder coexistir. Esto se ha visibilizado más rápido gracias en parte a las redes sociales, porque hay mucha denuncia y exposición.

Lamentablemente, también he notado que se ha vuelto un tema comercial, un tema “de moda”, donde X profesional aprovecha las tendencias del mercado haciendo algunas adecuaciones, pero realmente es escaso su aprendizaje y experiencia en términos de tratar espacios para personas con discapacidad.

En términos de atención a la discapacidad, hay mucha charlatanería; se pone el logo de que es accesible y obtengo un plus, pero mi diseño no está siendo necesariamente inclusivo, simplemente tengo un espacio para la silla de ruedas o algunas rampas. 

Todavía nos falta mucho camino, tenemos que ser conscientes de la importancia de lograr un mundo más equitativo y más inclusivo para todos, no para cubrir una cuota, porque está de moda, o para que la gente diga “qué bueno que lo hiciste.”

La necesidad de una sensibilización profunda

Falta mucha sensibilización. Para ser un buen diseñador en situaciones de accesibilidad y de inclusión, es necesario ser sensible al tema, involucrarte con las diferentes asociaciones, con los diferentes espacios que necesitan las personas, ir más allá de leer un manual… convivir, ayudar, servir a la gente.

Les invito a ir al CRIT, a los entrenamientos paraolímpicos, a los hospitales a ver cómo se dan las terapias. En esos escenarios es cuando te das cuenta de por qué se necesita. No es para ganar un premio o volverte experto, es para hacer un mundo más inclusivo para todos. 

He escuchado que hay más expertos en accesibilidad, pero tristemente me doy cuenta de que su experiencia está basada mucho en reglamento y normatividad. Esto sucede también con la autoridad, que con tal de ganarse “la medalla de ser inclusivos”, se han vuelto más conscientes, pero no de fondo. 

Diseñar para la integración de las personas

El parque de La Plancha, diseñado para el estándar

La Plancha es un proyecto y un espacio que quedaron muy chévere, pero en donde te vuelves a dar cuenta de que estamos diseñando para el estándar; no estamos pensando en la inclusión, no estamos pensando en la diversidad funcional. 

Puede ser que tenga sus esbozos de accesibilidad, pero un proyecto tan grande, de tanta inversión, hubiera sido maravilloso que en el momento histórico en el que estamos surja diseñado para personas con diversidad funcional.

No estoy diciendo que sea un diseño que discrimine, pero sí segmenta, porque evidentemente tiene espacios que solo funcionan para el estándar… aunque eso lo dejaremos para otro momento que hagamos un análisis detallado del proyecto arquitectónico de La Plancha.

«En términos de atención a la discapacidad, hay mucha charlatanería; se pone el logo de que es accesible y obtengo un plus, pero mi diseño no está siendo necesariamente inclusivo, simplemente tengo un espacio para la silla de ruedas o algunas rampas».

 

Mtro. Enrique Martínez de Arredondo

Leticia Torres Mesías Estrada
Arquitecta por la Universidad Autónoma de Yucatán. Maestra en Administración Pública por la Universidad del Valle de México. Es especialista en Planeación Estratégica Urbana y en Ciudades Seguras por el Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico Urbano de Barcelona (CIDEU). Docente en la escuela de Arquitectura de la Universidad Modelo y Cofundadora de Habitar y más.

ltorresmesias@gmail.com