Desafíos económicos y de sostenibilidad que la construcción debe vencer

En un entorno caracterizado por la incertidumbre y la fragilidad económica, la industria de la construcción enfrenta desafíos significativos para evitar retrasos y mantenerse dentro de los presupuestos al construir proyectos de infraestructura. La inflación, aunque parece estar bajo control, sigue siendo peligrosamente volátil, afectando los costos de materiales y mano de obra.

Además, el déficit de obreros calificados complica aún más el panorama, dificultando la planificación y ejecución eficiente de proyectos. A estas dificultades se suma la amenaza constante de fenómenos climáticos extremos y el avance inexorable del cambio climático, planteando serias interrogantes sobre la capacidad de las empresas de construcción para alcanzar niveles elevados de sostenibilidad en sus procesos.

Los precios de los materiales de construcción, como el acero, el cemento y la madera, pueden experimentar fluctuaciones significativas en periodos cortos, haciendo que las estimaciones presupuestarias iniciales se vuelvan rápidamente obsoletas. Este escenario obliga a adoptar estrategias flexibles de aprovisionamiento y gestión financiera para mitigar los riesgos asociados. Sin embargo, estas medidas pueden no ser suficientes.

La falta de trabajadores con las habilidades necesarias afecta también la calidad del trabajo realizado. Las empresas deben invertir en la formación y retención de su personal, lo cual puede ser costoso y consumir tiempo valioso. Además, la competencia por los pocos trabajadores calificados disponibles puede incrementar los costos salariales. La adopción de tecnologías avanzadas, como la construcción modular y el uso de software de gestión de proyectos, puede ayudar a optimizar recursos y mejorar la eficiencia, pero estas soluciones requieren una inversión inicial significativa y una curva de aprendizaje que puede retrasar su implementación efectiva.

El cambio climático representa desafíos adicionales. Las condiciones meteorológicas adversas pueden causar interrupciones en la construcción, dañando equipos y materiales, y poniendo en riesgo la seguridad de los trabajadores. Para mitigar estos riesgos, las empresas deben implementar planes de contingencia robustos y adoptar prácticas de construcción resilientes.

A pesar de estos desafíos, es posible para las empresas de construcción alcanzar niveles elevados de sostenibilidad en sus procesos. La adopción de prácticas sostenibles, como el uso de materiales ecológicos, la implementación de sistemas de gestión de residuos y la mejora de la eficiencia energética, no solo contribuyen a la protección del medio ambiente, sino que también pueden resultar en ahorros a largo plazo. La inversión en tecnologías verdes, como paneles solares y sistemas de captación de agua de lluvia, puede reducir los costos operativos y mejorar la resiliencia de las infraestructuras.

Además, la integración de principios de economía circular en los proyectos de construcción puede minimizar el desperdicio y promover la reutilización de materiales, contribuyendo a una mayor sostenibilidad. La colaboración con proveedores y socios comprometidos con la sostenibilidad también es crucial para alcanzar estos objetivos. Las certificaciones y estándares internacionales, como LEED (Leadership in Energy and Environmental Design), proporcionan un marco para guiar a las empresas en la implementación de prácticas sostenibles y pueden mejorar la reputación y competitividad en el mercado.

Con una planificación adecuada, la adopción de tecnologías avanzadas y prácticas sostenibles, es posible mitigar estos riesgos, la clave radica en la flexibilidad, la innovación y el compromiso con la sostenibilidad, factores esenciales para navegar con éxito en este contexto complejo y en constante evolución.

Raúl Asís Monforte González
Ingeniero Civil y Maestro en Arquitectura de Paisaje y en Energías Renovables. Presidente del Consejo Directivo de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción Delegación Yucatán.

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